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EN EL DÍA DEL ESCRITOR, EL DIRECTORIO DE LA SECH ENTREGA CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

Señor
Gabriel Boric Font
Presidente de la República de Chile
PRESENTE

Señor Presidente:

Junto con saludarlo cordialmente, el Directorio Nacional de la Sociedad de Escritoras y Escritores de Chile (SECH) se dirige a usted para compartir una necesaria reflexión en torno al Premio Nacional de Literatura, institución que cumple 80 años desde que fuera establecida.
Como es de público conocimiento, y en el marco de la Ceremonia de Entrega de los Premios Nacionales 2022, el pasado día 21 de diciembre, en el Palacio de La Moneda, en su desempeño como Presidente de la República en el acto, anunció ante el país el regreso a la anualidad en el galardón correspondiente al mundo de las letras: Me alegro de anunciar que, de acá en adelante, vamos a entregar todos los años el Premio Nacional de Literatura; un año a la narrativa y un año a la poesía, fueron sus palabras en esa oportunidad.
Desde luego, la SECH valora muy sinceramente su declaración y el compromiso público que implica, porque aquella es una demanda muy sentida no solo por escritoras, escritores y trabajadores de la cultura, sino también por toda la ciudadanía. Ello, toda vez que la situación actual del Premio Nacional de Literatura, al recaer cada cuatro años en un narrador y cada cuatro años en un poeta, -y el país lo lamenta- implica que un sinnúmero de grandes plumas nacionales llega al fin de sus días sin haber recibido de la sociedad y del Estado que la representa el reconocimiento que merece la estatura de su obra y, a la par, la contribución al imaginario y la identidad nacional que esta conlleva. Con la enmienda anunciada por usted esperamos, asimismo, que los libros de los galardonados, antes, ahora y en el futuro, lleguen al conjunto de la población y vuelvan a ser textos de lectura referencial en las escuelas de Chile.
De igual manera queremos manifestar lo que durante tres décadas, un directorio tras otro, hemos venido planteando abiertamente y que el día del referido anuncio, en el Palacio de Gobierno, le fuera personalmente expuesto por nuestro actual presidente, David Hevia: que el Premio Nacional de Literatura, que dio origen a todos los demás galardones de esa naturaleza, fue creado en 1942 por iniciativa de la SECH, tramitado como proyecto por el Presidente Pedro Aguirre Cerda y promulgado por su sucesor, Juan Antonio Ríos. Por cierto, tanto esa circunstancia como el principio en virtud del cual la distinción debe ser proporcionada por los pares del premiado, hizo que nuestra organización, desde un comienzo, designara a una parte del Jurado que dirime. Precisamente, la Ley N°7.368 de 1942 estableció que uno de los tres deliberantes fuera un representante nombrado por la SECH, y, reforzando ese espíritu, la reforma de 1960, que elevó a cinco los jurados, determinó que nuestra institución nombrase a dos de ellos. De manera insólita, sin embargo, la Ley 19.169, de 1992, al regreso a la democracia, excluyó por primera vez a la SECH de ese irremplazable papel público que siempre tuvo. Este trato oprobioso para con los escritores y su gremio se exacerba desde 2017, cuando, pese a ampliarse a siete el número de integrantes del Jurado, la norma nos mantiene con cero cupos; en efecto, fuera y como extraños ante este galardón.
Es hora, presidente, de poner término a esta injustificada exclusión, que pone en entredicho la más elemental idea de participación en que se funda la democracia. Es hora, presidente, de que al cumplirse 80 años desde el establecimiento del Premio Nacional de Literatura, sea repuesto el rol histórico que le cabe a su organización fundadora, la Sociedad de Escritoras y Escritores de Chile, en cuyo seno trabajaron por la cultura del país los dos chilenos galardonados con el Premio Nobel. Es hora, presidente, de hacer justicia tanto con la historia como con el evidente anhelo de las escritoras y los escritores de que el galardón que merecen sea concedido por sus pares. Este es el momento para dar ese paso, pues, en caso contrario, no se entendería cómo puede existir una decisión oficial para avanzar restituyendo la frecuencia del Premio y no para devolver a este, aprovechando el mismo proceso de cambio normativo, su fundamento representativo, democrático y republicano.
Esperando ser considerados como naturales interlocutores del gobierno en este camino, y sin otro particular, atte.

Directorio Nacional
Sociedad de Escritores y Escritoras de Chile

Santiago, 28 de diciembre de 2022.

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