Los escritores opinan

UNA VIEJA QUERELLA LITERARIA; ENVIDIA ENTRE GENIOS

Las rencillas entre escritores son de vieja data. Las hemos conocido también en nuestra modesta aldea letrada. Algunas pasaron a mayores, en el aspecto de agresiones verbales que rebajaron, incluso, la capacidad intelectual y creativa de sus protagonistas, como fuera el caso de los dos grandes Pablo, Neruda y De Rokha, que se infligieron mutuamente versos y panfletos de dudosa calidad lírica, incluyendo apodos y encendidos denuestos. Vicente Huidobro se mezcló en estas escaramuzas de la palabra, donde la descalificación visceral reemplaza al raciocinio.

El prestigioso escritor, académico por la Universidad de Valladolid, Alfonso Martín Jiménez, entre otros muchos, ha escrito sobre las confrontaciones de Miguel de Cervantes y de Lope de Vega. Me permito ofrecer a mis amables lectores parte del sesudo texto que se refiere a ambos gigantes de la literatura en lengua castellana. Cabe recordar que también Azorín (José Martínez Ruiz) se preocupó de aquellas disputas, escribiendo sobre ellas, aunque sus juicios y perspectiva le llevan a minimizar las aversiones y a conciliar lo que nunca fue una discusión armónica, ni mucho menos académica.

“Antes del advenimiento teatral de Lope de Vega, Cervantes no tuvo ninguna dificultar para vender y estrenar sus comedias, como él mismo explicaría, años más tarde, en el prólogo a las Ocho comedias y ocho entremeses nuevos nunca representados (1615). En un principio, Cervantes y Lope mantenían buenas relaciones, y se dirigieron elogios mutuos en sus respectivas obras (Montero 1999). Posteriormente, Cervantes abandonó la pluma y buscó otras formas de ganarse la vida.

“Cuando retomó su quehacer literario, y antes de escribir el Quijote, compuso algunas obras dramáticas, y trató de vendérselas, como antaño, a los directores teatrales. Pero no pudo hacerlo, ya que Lope de Vega había triunfado en el Las disputas literarias de Cervantes. La Arcadia de Lope de Vega y la Primera Parte de El Quijote (Alfonso Martín Jiménez Universidad de Valladolid comunicaciones; Cervantes, vida y obra, 218 comentarios a Cervantes teatro, y los directores —como el propio Cervantes explicó en el mencionado prólogo— solo compraban las comedias escritas al estilo del Fénix (Lope).

Nótese que Cervantes comienza su ejercicio literario como dramaturgo (escritor de teatro o de comedias, se decía entonces), obras que surgen primero de la dura experiencia del cautiverio de Argel. Ya en su madurez, vendrán las novelas y la poesía. A finales del siglo XVI y comienzos del XVII, lo más prestigioso en literatura era la poesía. El rango de un poeta -contraviniendo los consejos de Platón- era el más alto y laureado. Una de las grandes frustraciones existenciales del Manco de Lepanto iba a ser su escaso éxito como poeta y el punto en que más le laceraba la opinión de Lope de Vega y de otros coetáneos consagrados.

“Y sin duda esa decepción determinó que Cervantes, en la Primera Parte de El Quijote, realizara una dura crítica del Manuscrito del Arte Nuevo de hacer Comedias, de Lope de Vega. Aunque esta obra de Lope se publicó en 1609, debió circular antes en forma manuscrita, ya que Cervantes realizó una dura crítica de la misma, así como de las obras teatrales del Fénix, en la conversación entre el cura y el canónigo de Toledo que tiene lugar en los capítulos 47 y 48 de la Primera Parte de El Quijote.

“La circulación de las obras en forma manuscrita era un fenómeno habitual en la época (Bouza 2001), por lo que nada tiene de extraño que el Manuscrito del Arte Nuevo corriera de mano en mano antes de ser publicado. Pero hay varios testimonios que indican que la Primera Parte de El Quijote también circuló en forma manuscrita antes de ser publicada en 1605. Así, la protagonista de La pícara Justina, que fue impresa a finales de 1604, se refiere a varios personajes literarios famosos, como El Lazarillo de Tormes, el Guzmán de Alfarache o la Celestina, y en esa lista figura también don Quijote…

“…Además, Lope de Vega escribió una conocida carta, fechada el 14 de agosto de 1604, en la que aludía a la próxima publicación de El Quijote cervantino: «De poetas no digo (…). Muchos están [en] cierne para el año que viene, pero ninguno hay tan malo como Cervantes, ni tan necio que alabe a don Quijote» (Cartas, p. 68). Estas palabras, escritas unos meses antes de que se publicara la Primera Parte de El Quijote, evidencian que Cervantes estaba buscando a quienes le hicieran los poemas elogiosos de los preliminares de su edición, y que no encontró a nadie dispuesto a alabar a don Quijote, por lo que él mismo acabaría 219 las disputas literarias de Cervantes…

…Además, Lope mostraba en esa misma carta su convencimiento de que sus comedias le resultaban «odiosas» a Cervantes, lo que indica que el Fénix había leído el manuscrito de la Primera Parte de El Quijote, en el que Cervantes había hecho manifestar al cura su «antiguo rancor» (p. 306)1 por las comedias de Lope de Vega. El propio Lope de Vega confirmó que había leído el manuscrito de la Primera Parte de El Quijote en el prólogo de El Peregrino en su Patria. Esta novela del Fénix se publicó en 1604, y su prólogo se escribió a finales de 1603 o principios de 1604 (Martín 2006:40). Y Lope dedicó la casi totalidad de ese prólogo a defenderse de las críticas realizadas contra su Arte nuevo y contra sus comedias en una obra manuscrita.: «Para mí también son obras las de mano, como las impresas: ¿en qué, pues, se fían los que porque no imprimen murmuran?» (El peregrino, pp. 55-56).

“…Tras arremeter contra quien le ha criticado en un manuscrito, Lope dice de él lo siguiente: «Pues ¿qué dirá quien (…) quiere escurecer los inmensos trabajos ajenos de que por dicha, en acabando de imitar, murmura?» (El peregrino, p. 64). En estas palabras, Lope no solo da a entender que Cervantes le había criticado («murmura»), sino también que le había imitado («en acabando de imitar»). Y eso nos obliga a preguntarnos en qué consistió la imitación cervantina. A este respecto, es preciso recordar que La Galatea no obtuvo el éxito que Cervantes habría deseado, lo que tal vez influyó en que demorara la escritura de su segunda parte, que anunció hasta poco antes de morir.

“Sin embargo, Lope de Vega había publicado en 1598 otra novela pastoril, La Arcadia… Por ello, cuando Cervantes se disponía a escribir la Primera Parte de El Quijote, no solo tuvo que soportar que Lope le cerrara las puertas del teatro, sino también que obtuviera un éxito con su novela pastoril que él no había logrado con la suya. Esto, sin duda, acentuó el resquemor de Cervantes hacia Lope, lo que explica que le atacara tan duramente en la Primera Parte de El Quijote. Los ataques cervantinos contra Lope de Vega figuran, como hemos dicho, en la conversación que mantienen el cura y el canónigo de Toledo en los capítulos 47 y 48 de la Primera Parte de El Quijote, y son muy evidentes también en el prólogo y en los poemas preliminares de la obra, añadidos en el momento de su publicación (Martín 2006). Pero hay otros pasajes de la Primera Parte de El Quijote en los que Cervantes imitó y atacó duramente a Lope de Vega, y, más concretamente, la imagen de hombre enloquecido por los celos que había ofrecido en su novela pastoril, La Arcadia. Antonio Rey Hazas (2006, 2007) ha insistido en que la Primera Parte de El Quijote pudo gestarse como un ataque contra Lope de Vega, idea que ya habían apuntado otros autores. Así, Juan Millé y Giménez (1930) sostuvo que la Primera Parte de El Quijote se basó en el Entremés de los romances, que suponía una burla del Fénix.

“…Por lo tanto, el Entremés de los romances encerraría una sátira de Lope de Vega, y Cervantes habría continuado la chanza al basarse en ese entremés para crear los primeros capítulos de El Quijote. A partir de estas consideraciones, se ha llegado a pensar que el propio personaje de don Quijote podría suponer una burla de Lope de Vega. Así lo creyó José López Navío (1960), quien postuló que Cervantes, en los primeros capítulos de la Primera Parte de El Quijote, no se burló del romancero, sino de un personaje enamorado del romancero, como era Lope de Vega. Antonio Rey Hazas no juzga esta hipótesis descabellada. Por el contrario, recuerda que Lope de Vega se pintaba a sí mismo en sus romances a través de sus personajes, y que en ellos plasmó sus propias decepciones amorosas 221 las disputas literarias de Cervantes…

…Era frecuente que los romances de Lope estuvieran protagonizados por personajes de tinte autobiográfico que experimentaban ataques de locura causados por los celos. A este respecto, Antonio Rey Hazas (2007:55) cree que el rechazo de Elena Osorio «volvió loco de verdad a Lope de Vega, como Cervantes sabía muy bien, pues era por entonces amigo suyo (…). Cervantes (…) sabía muy bien que Lope estaba loco de amor, era testigo directo de que estaba loco de celos».

“…Ello hace pensar a Antonio Rey Hazas que Lope fue tenido por sus enemigos como un hombre «loco por los romances moriscos, loco por celos, loco, en fin, porque llegó a identificarse con sus idealizados y caballerescos héroes moriscos» (Rey 2007:57). Y eso habría ocasionado la burla del Fénix a través del enloquecido Bartolo del Entremés de los romances y del mismo don Quijote. Para apuntalar esta hipótesis, me gustaría recordar que Lope de Vega no solo reflejó sus experiencias amorosas a través de los personajes moriscos que poblaban sus romances, sino también en su novela pastoril, La Arcadia, en la que aparecen personajes literarios que experimentan ataques de locura comunicaciones | Cervantes, vida y obra 222 comentarios a Cervantes causados por los celos. Y Cervantes, en la Primera Parte de El Quijote, incluyó dos episodios que remiten claramente a esos ataques de locura de La Arcadia.

“En un trabajo que será publicado próximamente (escribe Alfonso Martín Jiménez), he analizado con detenimiento las relaciones de intertextualidad que se producen entre La Arcadia y la Primera Parte de El Quijote cervantino, llegando a la conclusión, que quiero anticipar aquí, de que Cervantes realizó una imitación satírica y meliorativa de dos episodios de La Arcadia en que aparecen personajes enloquecidos por los celos. En la obra de Lope, hay dos pasajes que guardan una estrecha relación entre sí, en los cuales se muestran los ataques de locura provocados por los celos que experimentan dos pastores: uno de ellos es Celio, y el otro Anfriso, el protagonista de la obra.

“En el libro primero de La Arcadia, se cuenta la locura de Celio, causada por los celos. Celio, cuyo mismo nombre recuerda a la palabra celos, se presenta como un pastor que alterna los ataques de locura con fases en las que se encuentra «sosegado» (p. 109).3 Y cuando le sobrevienen sus ataques, se convierte en un loco «furioso» que ataca y muerde a los demás pastores antes de emprender la huida y perderse en la soledad de los campos, donde invoca a los árboles y a las plantas y enturbia las aguas de los arroyos: Hermosos árboles, viento que entre sus hojas murmuras (…) ¿Ha puesto jamás pastoril mano tan enamoradas enigmas por vuestras tiernas cortezas o ha llevado jamás el viento más encendidos suspiros que estos míos? (…) Fuentes puras, arroyos sonorosos, río pequeño y apacible, (…) ¿ha enturbiado jamás vuestras sesgas aguas llanto más amargo? (Arcadia, p. 118).

“En ocasiones, siendo presa de un ataque de furiosa locura, otro pastor, llamado Cardenio el Rústico, trata de domeñarlo por la fuerza, y consigue conducirlo a la aldea. Y en el zurrón de Celio encuentran un romance en el que él mismo narra la causa de su pesar. En dicho romance, Celio explica que, en su infancia, conoció a Jacinta, que tenía su misma edad y condición social, de la que se enamoró perdidamente, siendo correspondido por ella. Pero Celio tiene un amigo más rico que él, Ricardo, el cual empieza a fijarse en Jacinta, provocando los celos de Celio. Y, finalmente, Jacinta, a pesar de sus promesas iniciales de fidelidad, y, tal vez contra su voluntad, acaba casándose con Ricardo: «Al fin por grado o por fuerza / amanecieron casados».

“Don Quijote dice que quiere imitar a Amadís por ser, como él, caballero andante, pero si añade que también pretende imitar a Orlando, es porque Lope de Vega había comparado a Anfriso con Orlando («como otro Orlando desgajaba [Anfriso] las ramas de los árboles»). Por ello, las sandeces que va a hacer don Quijote constituyen una sátira del comportamiento enloquecido que tenía Anfriso en La Arcadia. Y como Anfriso era una representación literaria del propio Lope de Vega, cabe concluir que el episodio de la penitencia de don Quijote es una sátira contra el Fénix. comunicaciones | Cervantes, vida y obra 226 comentarios a Cervantes

“En realidad, don Quijote no tiene de qué quejarse, y así se lo recuerda Sancho: «Vuesa merced, ¿qué causa tiene para volverse loco? ¿Qué dama le ha desdeñado, o qué señales ha hallado que le den a entender que la señora Dulcinea del Toboso ha hecho alguna niñería con moro o cristiano?». Y don Quijote responde lo siguiente: Ahí está el punto (…) y ésa es la fineza de mi negocio; que volverse loco un caballero andante con causa, ni grado ni gracias: el toque está desatinar sin ocasión y dar a entender a mi dama que si en seco hago esto, ¿qué hiciera en mojado? (…) Loco soy, loco he de ser (p. 219).

“Y el hecho de que don Quijote realice las mismas locuras que Anfriso sin tener ningún motivo para hacerlas acrecienta la sátira del pasaje de Lope. Anfriso dirigía sus quejas a los árboles del agreste lugar en que se hallaba, y don Quijote dice que sus «continuos y profundos sospiros» moverán las hojas de los «montaraces árboles» (p. 220). Anfriso había estado a punto de tirarse «de la primera peña», y desgajaba «los vestidos propios»; por eso don Quijote afirma lo siguiente: «Ahora me falta rasgar las vestiduras, (…) y darme calabazadas por estas peñas» (p. 221).”

¿Y por quien me inclino, entre Lope de Vega y Miguel de Cervantes? Por el glorioso Manco de Lepanto, que devino en Caballero de la Triste Figura. Y al cabo del tiempo, abriendo el último portal de la senectud, afirmo también que “en los nidos de antaño ya no hay pájaros hogaño”. (Ni siquiera los ruiseñores que trajo de París Vicente Huidobro y que nunca se aclimataron a los aires de Cartagena del Pacífico).

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Edmundo Moure

Febrero 24, 2021

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