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Gabriela Mistral en su centésimo trigésimo tercer natalicio

Discurso en homenaje a la poeta Gabriela Mistral, efectuado en Vicuña el día 7de abril 2022.

Muy buenos días
Sr. Rafael Vera Castillo, Alcalde de. Vicuña
Sr. Armando Arriazola Peto Rueda, Ministro Consejero de la Embajada de México
Sr. Jorge Pascual, Ministro de Cultura de la Embajada de México
Sr. Rubén Quezada Gaete, Delegado presidencial en la Región.
Sra. Nivia Smith Oñate, expositora en el tema: Gabriela Mistral en México

En este centésimo trigésimo tercer natalicio de nuestra poeta, la Sociedad de Escritores de Chile quiere destacar el vínculo que la mantuvo unida a nuestro gremio durante su vida y el papel de los escritores en la vida y el acontecer nacional.
Los escritores tienen una larga historia en nuestro país desde los albores de la república, cuando en 1842 Victorino Lastarria funda la Sociedad Literaria que sigue los avatares y debates del país en ciernes, allí también encontramos a figuras como Francisco Bilbao, Carlos Bello Boyland, hijo de Andrés Bello, Jacinto Chacón, Juan Nepomuceno Espejo, Hermógenes de Irisarri, Manuel Antonio Matta, Aníbal Pinto y Salvador Sanfuentes, entre otros.

Prosiguieron los aprontes de los escritores con los Ateneos hasta 1900 con los poetas Diego Dublé Urrutia y Samuel A. Lillo, siempre atentos a las “cuestión social”

Pero también nuestras mujeres, el Club de lecturas que fundara doña Amanda Labarca, el Club de Señoras creado por doña Delia Matte de Izquierdo, la Academia Literaria “Ilustración y Progreso”, las tertulias en las librerías francesa y Nascimento.

Es así como nace la Sociedad de Intelectuales y Escritores hacia 1900, que junto con la Municipalidad de Santiago dan curso a los Juegos Florales en Santiago el 22 de diciembre 1914, certamen que se lleva a efecto durante tres años, con un Jurado compuesto por La Sociedad de Intelectuales y Escritores, y que en el primero de ellos es cuando nuestra joven Gabriela Mistral de sólo 25 años obtiene ese maravilloso primer lugar con los “Sonetos de la Muerte” que, después de leerlos quedan para siempre rondando en nuestro interior como sólo una gran poesía es capaz de provocarlo.

Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
te bajaré a la tierra humilde y soleada
que he de dormirme en ella los hombres no supieron
y que hemos de soñar sobre la misma almohada

Versos estremecedores que bien obtuvieron el máximo galardón: Flor Natural, Medalla de Oro y una Corona de Laurel.
Cuando recibió este premio Gabriela Mistral ejercía como profesora de Castellano del Liceo de Niñas de los Andes, y aún la casa que habitó en Los Andes no se declara monumento nacional.

En esos años de reconocimiento al escritor, el Departamento de Extensión Cultural del Ministerio del Trabajo contaba entre sus colaboradores permanentes con Joaquín Edwards Bello, Pablo Neruda, Tomás Lago, René Hurtado Borne, Marta Brunet, Fernando Santiván, Antonio Acevedo Hernández. De aquel círculo, el poeta Carlos Cassasus reunió 42 firmantes que dieron origen en 1931 a la actual Sociedad de Escritores de Chile, hace ya 90 años, agregando a los nombrados a figuras como Domingo Melfi, Tomás Gatica, Mariano Latorre, Germán Luco Cruchaga, Daniel de la Vega, entre otros.

Pero el estrecho vínculo de Gabriela Mistral, su poesía y su figura con la Sociedad de Escritores no se detiene allí, en 1934, 20 años después de ser galardonada por sus pares, es arteramente atacada por la prensa nacional a raíz de sus declaraciones como cónsul en Madrid nombrada el año anterior. La SECH sale en cerrada defensa de la poeta y ella ingresa como socia destacada y mantiene un estrecho vínculo con la SECH y sus escritores hasta su muerte. Amiga entrañable de nuestra Matilde Ladrón de Guevara que en septiembre de 1984 publicó en tres tomos “La rebelde Gabriela” en su recuerdo.

Pues bien, la muy activa Filial de la Sociedad de Escritores de Chile de la Región lleva precisamente el nombre de Gabriela Mistral y son innumerables las actividades que en su homenaje y recuerdo realiza año a año, con especialistas en su poesía como el poeta y ensayista Héctor Hernán Herrera Vega, el escritor Edmanuel Ferreira y el poeta y destacado político y concejal Luis Aguilera González, pero además entre quienes más saben de Gabriela Mistral debemos destacar a nuestro expresidente de la SECH Jaime Quezada, y como la tenemos siempre presente, el salón principal de nuestra Casa del Escritor de Almirante Simpson Nº 7, recibe su nombre, es decir, para nosotros es mucho más que un recuerdo, Gabriela es presencia viva mientras su poesía y su figura no dejan de crecer.

Su dimensión como educadora recorriendo Chile entero y dejando esa huella indeleble en México.
Su dimensión política y americanista, de fuerte compromiso con los pueblos y nuestros pueblos originarios ya en ese momento, su vínculo con los grandes luchadores sociales, su admiración por José Martí, por Sandino, su amistad con don Pedro Aguirre Cerda y la señora Juanita, cuando gobernar era efectivamente educar.
Su dimensión espiritual y religiosa y de iniciada en las artes esotéricas.

Y su dimensión poética, sólo recordar, el poema “Una palabra”

Yo tengo una palabra en la garganta
y no la suelto, y no me libro de ella
aunque me empuje su empellón de sangre.
Si las soltase, quema el pasto vivo,
sangra el cordero, hace caer el pájaro

Grandes versos que nos deja en toda su dimensión poética en “Una Palabra”

Tengo que desprenderla de mi lengua,
hallar un agujero de castores
o sepultarla con cal y mortero
porque no guarde como el alma el vuelo…

Esta es la palabra que nos dejó Gabriela Mistral para nuestra América y nuestro Chile y que la Sociedad de Escritores, que hoy la recuerda en centésimo trigésimo tercer natalicio, hereda como arquitectura de forma y sentido, de consistencia humana y poética, la palabra que perdura en el tiempo.

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