Los escritores opinan

PATRICIO MANNS, UN GRANDE ENTRE PEQUEÑOS

No tuve la fortuna de conocer a Patricio Manns en persona, salvo en un par de encuentros en la Casa del Escritor.

Pero he disfrutado y compartido, con mi compañera Marisol, con José María, mi hijo músico y cantante, con amigos, cercanos y pares, sus canciones, sus novelas, su poesía.

Creador trascendente, luchador necesario, revolucionario íntegro y corajudo, que hizo de la consecuencia ideológica una forma de vida, entre tantos entreguistas acomodaticios, algunos de los cuales aparecen hoy rindiéndole homenaje y haciéndose pasar por íntimos amigos suyos, o por admiradores de circunstancia, para «no quedar mal» o parecer despistados.

Como ocurriera con otros creadores de su envergadura, el oficialismo aldeano, tanto burocrático como académico, le negó premios y reconocimientos concretos. Otra prueba, tanto de sus méritos, como de su integridad a toda prueba. En este caso, a Pato Manns le pasó lo mismo que a Jorge Teillier y a un puñado de mujeres y de hombres, artistas y maestros, «a pesar» de Chile.

Lo más valioso de su creación musical y literaria es la riqueza de tonalidades y registros que supo extraer de lo popular entrañable, plasmándolo, con voz única y por completo distintiva, en su obra melódica y literaria. Canta, escribe y piensa desde dentro; es lo que ha creado como en acto universal de partición. De ahí la certeza de su perdurabilidad y el entusiasmo admirativo que despierta en los jóvenes autores, sean estos musicales, poéticos o literarios.

Iremos pagando nuestra deuda con él, difundiendo su obra, mediante talleres y lecturas, más que con epónimos o placas conmemorativas que sirven apenas para alivio escatológico de palomas.

Patricio Manns irá creciendo entre nosotros, como el viento de la cordillera que recoge su voz y vuelve a cantarla, entre acordes de guitarras y ritmo de tropillas venturosas.

Edmundo Moure

Barcelona, Septiembre, 26, 2021

Comparte esta página