Escritor del Mes

Rosabetty Muñoz, la escritora del mes

Por Fernando Arabuena

Para la filosofía, la precisión no tiene que ver con un sentido matemático, sino con el arte del matiz, nos dice Bergson. Es decir, el filósofo y escritor francés nos está mostrando la sinuosidad de lo real e invitando a la multiplicidad de la misma.

Así, en una isla como Chiloé, donde se ensanchan las posibilidades de ver la realidad,  podríamos corroborar  que nada tiene existencia separada, ya que son sólo vistas múltiples del espíritu  sobre un proceso indivisible en palabras de Bergson.

Y es en esas largas noches y tardes invernales donde creció la poeta Rosabetty Muñoz (Ancud, Chiloé en 1960), en ese espacio intuitivo o goce de ver la diferencia en palabras de Deleuze, donde la realidad se articula e integra en fantásticas historias reales y cotidianas, gestándose así un mundo que se nos aparece en la comprensión múltiple de sus expresiones.

Si bien nuestra destacada poeta migra a la Universidad Austral de Valdivia, donde integra el Grupo Índice y genera contacto constante con la escuela Aumen, la impronta de la isla quedaría en lo más profundo de su intuición poética, la que fue capaz de abrirse paso con la precisión del matiz de su obra.

Rosabetty Muñoz, destacada poeta nacional y profesora de Castellano, ha ejercido como docente en distintos establecimientos educacionales de Chiloé. Entre sus publicaciones están Canto de una oveja del Rebaño, Ediciones Ariel, Santiago (1981); En Lugar de Morir, Editorial Cambio (1987); Hijos, Editorial El Kultrún, Valdivia (1991); Baile de Señoritas, El Kultrún (1994); La Santa, historia de su elevación. Lom ediciones (1998); Sombras en el Rosselot, LOM ediciones (2002) Ratada , LOM ediciones (2005) En Nombre de Ninguna (ediciones El Kultrún, Valdivia (2008 ); Hijos, Ofqui Editores (2016); Ligia , LOM Ediciones (2019); Técnicas para cegar a los peces, Ediciones UV (2019); Misión Circular, LUMEN (2020); Santo Oficio, UDP Ediciones (2020). La Voz de la Casa, Ediciones Universidad Católica del Maule (2021) , entre otras.

Como poeta ha recibido reconocimientos como el  Premio Pablo Neruda (2000), Beca Fundación Andes (2000), Premio Consejo Nacional del Libro (2002), Premio Regional de Arte y Cultura (2012) y Premio Altazor (2013), entre otros.

Es Miembro de la Academia Chilena de la Lengua (2014), Premio a la trayectoria 2018 otorgado por poetas jóvenes y Fundación Neruda, Premio Manuel Montt otorgado por la Universidad de Chile (2018), candidata al Premio Nacional de Literatura (2020), Premio del Círculo de Críticos (2021), Premio Municipal de Santiago en poesía (2020-2021), Premio Atenea (2021) y Premio Nacional de Poesía Jorge Teillier (2022).

Rosabetty Muñoz es una de nuestras poetas que necesitamos leer para apreciar lo mejor de nuestra poesía nacional. Disfrutemos algo de su obra.

PAISAJE

Parece tan húmedo

el bosque pintado en la pared.

Incluso, cerrando los ojos,

el lago se vuelve navegable

y saltan peces sin carnada al bote.

La marea roja se retira

y estamos otra vez llenos de sueños.

A veces basta un ruido exterior

o un ligero movimiento

para que se evaporen

sillones hundidos, cortinas

luces de colores

humores descompuestos

y giren en caleidoscopio,

los días mejores.

CASA DE CITAS

Oscurece y las piezas inician movimiento.

Suenan

a veces ríos dulces

a veces ocarinas

o violenta sangre en oleadas.

Hasta el encajar de unos dedos entre el cabello

parece oírse.

Medusas transitan aéreas

pegándose en las superficies a su paso.

Ferviente esta casa

navega con las ventanas abiertas

de par en par.

SOLIDARIA

Esta casa habla.

Más bien junta sus esquinas

en un esfuerzo conmovedor.

Cruje su madera,

suenan las bisagras

mientras cruza la pena

de una pieza a otra

arrastrando los pies.

BALBUCEOS

Los objetos me persiguen

Arremolinados.

Se debilita mi cascada.

Balbuceo. Se agrieta la voz.

Cual caracol que rodea

Su universo de dos metros

Con un hilo de plata,

Esta casa soy yo.

NO SE CRÍAN HIJOS PARA VERLOS MORIR

Cuando el mar se llevó a sus tres hijos

ella estaba acodada en la media puerta

de su casa, pensando en ollas aladas

y repletas. De pronto cayó en un vacío

del que surgió vieja y encorvada. No

necesitó entrar para vestirse de negro.

Ya estaba recogiendo flores cuando

salió su hombre con la radio en la

mano, desamparado y tembloroso.

Ella es una sábana flotando sobre nosotros.

Nada detiene el remolino que alienta su vuelo.

Desde su vientre deshabitado

los ovarios violeta se abren como flores nocturnas.

La ansiedad es un arrecife

donde acerados corales hieren los cuerpos amados.

Sin hijos bajo sus ojos

quisiéramos las madres

ofrecerle un trozo de pañal

para vendar sus muñones o un arca

donde recoger los alados restos.

Canto a los pastores

Oh! queridos pastores que

pensáis en mí

y tan bien me comprendéis,

Necesito que sigáis decidiendo mis días

defendiéndome de los peligros

que hay fuera del rebaño.

Comprad todas las armas

que se precisen para ello.

Invertid en festivales

y eventos deportivos

toda mi vida de trabajos.

Gracias por los autos

los televisores a color

las barredoras eléctricas

y los juegos electrónicos.

Gracias por las canciones de moda

los libros de ocultismo

las carreras en moto

las reinas de belleza

los superhombres

y el nuevo metro.

Perdonad a las malas ovejas

que no olvidan supuestos dolores

y pretenden malditos ideales y libertades

que no sirven para nada.

No necesitáis castigarlos,

nosotros los abandonaremos:

no leeremos sus libros

no los escucharemos.

Ya veréis como mueren desangrados.

Ayudadme en los pocos momentos difíciles

cuando el televisor se apaga

y estoy, por casualidad, solo.

No permitáis que caiga en la tentación

de volverme loco, como las malas ovejas.

VIGILIA

Obligada a la vigilia

muestro los dientes a la satisfacción.

En vilo

sacar a uñadas la capa del perdón.

En la punta del agrado

rememorar acres residuos

quebrar el gusto

arder.

Sobrevivir es tarea indigna.

Deseo

El deseo es un barco poderoso

arriando anclas y cadenas

en medio de la noche.

Estallando con el estrépito

de las posibilidades.

Bajo el silencio crispado

el ansia apenas perceptible.

AIRE

A través de las hendijas, a veces,

se cuela el amor.

Internada como estoy,

su descarga me sacude.

Hay ovejas y ovejas

Las que comen de cualquier pastizal

y duermen con una sonrisa de satisfacción

en los potreros.

Las que caminan ciegamente

por los caminos acostumbrados.

Las que beben despreocupadas

en los arroyos.

Las que no trepan por pendientes peligrosas.

Esas van a dar lana abundante

en las esquilas

y serán sabrosas invitadas

en las fiestas de fin de año.

Hay también

las que tuercen las patas

buscando campos de margaritas

y se quedan horas y horas

contemplando los barrancos.

Esas balan toda la gran noche de su vida

encogidas de miedo.

Y hay, por fin,

las malas ovejas descarriadas.

Para ellas y por ellas

son las escondidas raíces

y los mejores y más deliciosos pastos.

LO ABISAL DEL BESO

Humedecer en que aleteamos unísonos.

La fugacidad se estaciona

y pájaro en la nieve acurrucado

y estatua de pueblo enmohecida.

Besándonos

retorno al paisaje

éste, de brazos extendidos.

La santa de terciopelo

La Santa vestida de terciopelo

le cuelgan abalorios.

En andas.

Viaja sobre los hombros

y le agitan pañuelos blancos

Sortea temporales

inmóvil.

Fija la mirada.

Fijo el madero portentoso

de su cuerpo.

Sobrepuestos los retazos

de otros rezos.

La pueblan arañas y polillas.

Resplandeciente el rostro

policromado.

Bajo las ropas sagradas

los velos se pudren

y la madera astillada

se consume.

RÍO NOCTURNO

En cascadas el agua se desliza.

Siento el río nocturno atravesado

sobre el techo.

Despertamos cegados.

Un cardumen brilla

suspendido en el aire.

Sobre mis uñas, un círculo

y en el borde de la boca.

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